(Primera parte)
El ser humano casi siempre actúa según impulsos emocionales que experimenta en cierto momento de felicidad, y entonces, el pensamiento le ordena al cuerpo a actuar. Por ende, se sienten deseos de realizar lo que se anhela, los sueños que faltan cumplir siempre llevando en el subconsciente que es para beneficio propio, y lo primero que hace es buscar el medio para realizar el objetivo. Todos los días se piensa en cómo alcanzar el ideal y dependiendo de la posibilidad de cada individuo se iniciar la ardua tarea de superación. El impulso se debe agarrar solamente para avanzar…
Ahora les quiero hablar, específicamente a quienes estamos en un proceso educativo: cuando alguien decide seguir estudiando ya sea por voluntad, porque las circunstancias se lo obligan o por un impulso… entonces decide emprender la odisea escolar, hasta allí está todo bien. Tiene el recurso, la posibilidad, el deseo, el tiempo… pero que es lo que pierde primero. Seguramente será el deseo porque actúo bajo un impulso. Y si no son las ganas, eso será lo último que lo desanimará. Lentamente se dará cuenta que no es fácil y lo más seguro es que desistirá de su objetivo. Quizás muchos de sus compañeros lo apoyarán emocionalmente y lo ayudarán en lo relacionado al estudio para que no deserte de la escuela. Pero la desmotivación será superior y expondrá siempre una excusa nueva para desistir. Probablemente los compañeros le sugerirán viables soluciones a su problema, sin embargo, no lo podrán convencer porque la traba es no querer continuar, y con eso, no se puede luchar. Es imposible convencer a alguien si ya no quiere seguir en pos de una meta. En el proceso de la educación muchos inician los años escolares, pero son pocos los que llegan hasta el final. Aquí es donde deberías preguntarte si lo que estás haciendo, ¿es por un impulso o por un reto? Nunca abandones algo en contra de tu voluntad, esfuérzate a vencer los obstáculos, no dejes que ellos te derroten a ti.
En nuestra cultura, pero gracias a Dios, que en mi familia no, existe la creencia que el estudio es solamente para ganar dinero o para tener un “buen” trabajo y cuando ese objetivo no se cumple, eso conlleva a las demás personas a desistir en un intento (creyendo ellos mismos), conformándose por los fracasos o traspiés de otras personas que es en vano estudiar. El educarse es fundamental para conseguir progresar en la vida… Pero lo bueno es que el pensamiento del ser humano esta dividido en dos: negativo y positivo.
Escribí primero lo negativo porque es el mayor porcentaje que tiene en la mente una persona. El verdadero objetivo de la educación es para que el ser humano tenga una mejor perspectiva de la vida, de nuestro entorno y para prepararnos y tener la oportunidad de desempeñar algún trabajo. Pensar exclusivamente que es para tener una labor mejor es un error; no hay trabajos excelentes, solamente hay que más remunerados. Cada empleo tiene sus responsabilidades y su parte difícil.
Pero también existe lo positivo, y es en esta línea que quiero estar, yo no sé de qué lado del pensamiento le gustaría estar a usted? En el lado positivo... y entonces ¿por qué están del otro lado?
Bueno, casi siempre vamos a tener pensamiento encontrados, pero podemos decidir a cual acceder definiendo de los resultados que se quiere obtener, y eso, creo que es el problema que no es el mismo procedimiento el que usted ejecutará y por eso se aconseja que lo intente usted mismo, a menos que lo quiera hacer de la manera errónea como lo hizo alguien más…
Cuando un objetivo nos lo proponemos porque hemos decidido que es lo mejor para nuestro futuro, y lo hemos pensado el tiempo suficiente y quizás seamos envidiosos porque otros han logrado alcanzar su empresa, entonces no actuamos bajo un impulso sino por un anhelo o por una necesidad. Por eso cuando empezamos a sentir la presión y se nos dificulta el proceso hacemos lo posible para seguir avante y no miramos atrás. Eso si nos desmotivamos pero todos los días no tenemos que animar y reafirmar nuestro sueños para seguir en pos de nuestro gran meta.
Entonces analiza, si lo que estás haciendo lo haces por impulso o porque realmente lo quieres hacer, porque lo que estas realizando es una prioridad, eso conlleva a sacrificar muchos aspectos de tu vida, por ejemplo, tiempo, dinero, familia… cuando se alcanza un buen objetivo se tendrá la satisfacción de haberlo consumado y tendrá la recompensa inmaterial o tangible al esfuerzo y tendrás el deseo de alcanzar otro nuevo para seguir con aliento por la vida y haciendo ahínco en el poder que tiene la mente cuando piensa positivo y actúa para conseguirlo porque también sólo con el pensamiento no se logra los objetivos. Pero si vale la pena se debe continuar. Nos pueden obsequiar información, depende de nosotros si lo transformamos en sabiduría, pero el conocimiento nadie lo regalará…
Autor: Luis Xalin.