Increíble pero cierto porque el guatemalteco Luis Rudy Xalin Balán solo pensó, cuando vino a Estados Unidos desde su país natal, en hacer más grande la poesía en Norteamérica luego de preparar varios trabajos de versos y prosas.
Luis Estaba radiante de alegría cuando lo entrevistamos en el marco del acto internacional de la versión XV de la entrega de Premios LINCOLN-MARTÍ de poesía que se festejó en el teatro Artime, siendo su gestor principal Demetrio Pérez Jr.
Lo increible de Luis fue que nunca se despegó de su hijita a quien trajo desde Houston para disfrutar de la ciudad de Miami, la cual no conocía. “Ahora me llevaré el mejor recuerdo de mi vida. Lo quise hacer con mi hija porque es el ser humano más maravilloso que tengo en mi vida. Estoy supremamente feliz porque aquí tuve quizás uno de los mejores triunfos de mi carrera”, expresó.
“Este premio ha sido muy grande en mi carrera poética. Nosotros los que escribimos poesías nos sentimos supremamente orgullosos cuando ganamos un concurso de esta importancia. Creo que es uno de los mejores que actualmente se realizan a nivel internacional”, afirmó.
Obtuvo el primer premio “Plegaria a nuestro Dios”, soneto dedicado a ese Dios al cual todos los días nos encomendamos. Ese Dios que nos dio la v ida. Ese Dios que es nuestro soporte diario. Ese Dios que siempre nos ilumina para alcanzar cosas grandes. “Lo compuse para resaltar todos los agradecimientos y dichas que me ha dado la vida teniendo como principal gestor a Dios a quien siempre he tenido en mente y en pensamiento para salir adelante en mi ardua labor en este país”, recalcó.
“No soy casado, nunca, soy padre soltero.Tengo mi adorada hija llamada Katty Michelle y aparte de escribir poesía me dedico a una labor industrial. Fuera de la literatura no hago nada más. Hay veces lo tomo como un hobby. Como parte de mi tiempo libre”, dijo Luis con suprema sinceridad.
“Empecé a escribir poesía, gracias a la inspiracion del guatemalteco Humberto Ak'abal quien es Premio Nacional de Literatura. Un gran guatemalteco. Me inspiré también en los ríos, en el aire, en la peligrosa contaminación” confesó.
“A los 17 años escribí por necesidad la poesía romántica. Lo hice porque a veces de esta manera uno puede transmitir lo que siente. Recurrir a la poesía para mostrar tanto la nostalgia como la alegría. Es la poesía un don natural que me dio la vida. Es algo que hay veces no puedo describir fácilmente”, afirmó.
“Empecé prácticamente a la edad de los 16 años a escribir poesía libre . Y luego lo hice en el campo romántico a los 18 pero me enfoqué esencialmente en el soneto. Fue difícil porque hay que empezar a aprender las normas de un soneto clásico”, trajo a colación.
“Después de escribir más de 100 sonetos románticos, entonces, empecé con la poesía social. Este que ganó es mi segundo soneto espiritual para pedirle a Dios por muchas cosas. Nunca pensé que fuera a ganar. Pero Dios lo quiso así”, dijo.
“Empecé a escribir formas de poesía de más calidad, lo confieso, a los 21 años. Por lo menos me demoré otros cuatro años para especializarme en esta clase de sonetos. Yo creo estos son los sonetos mejores de mi poesía”, indicó. “Considero estas obras como mis hijos literarios. A la niña le he escrito varios poemas. Uno ganó mención de honor en mi pueblo natal de Guatemala. A este concurso envié este poema como algo que nunca pensé que tuviera tanta sorpresa y estímulo”, reveló Luis.
“Cuando llegó la carta quise averiguar de qué se trataba. ¡Oh sorpresa!, nunca me imaginé que había sido el Primer Premio. Me emocioné y en lo único que pensé fue en viajar junto con mi hija. Ella era la única que merecía estar a mi lado cuando recibiera el premio”, expresó el joven guatemalteco.
“Todos mi poemas ahí los tengo publicados en facebook. Cuando llegó la carta confirmando mi triunfo estuve muy agradecido con Dios. Es la primera vez que vengo a Miami.Ya había participado anteriormente [y ha ganado en otros concursos]”, trajo a la memoria Luis.
“Hay mucho declive en la poesía. Ahora los premios grandes son en España. Los concursos han venido en declive, repito, porque hay una decadencia también literaria. Hay mucha falta de apoyo y a veces lo hacemos por esto de concursar para sentirnos satisfechos y por ganar un premio”, sintetizó.
“Si no escribo en lo que estoy pensando, entonces, me da como insomnio. Sino escribo, creo, que se me aparece eso como una imagen que quiero crear. Me atormenta y me incita a inspirarme en Dios”, agregó Luis. “Muchas veces también lo veo como una plegaria que me inspira para ganar”. Confieso que un amigo me invito a enviar este poema al concurso”, enfatizó Luis quien dijo que llegó a este país con la idea de hacer más grande la poesía.
“Llegué de la forma que todos llegan como un simple inmigrante. Me nació la idea también de escribir una novela sobre los inmigrantes ilegales. Lo veía como un viaje, pero luego se convirtió en algo grande, sin pensar que triunfaría, pero en el campo de la poesía”, agregó.
“La poesía ha sido algo hermoso para mí. Algo que nunca pensé que me podría proporcionar la felicidad de viajar. De cara al futuro pienso seguir engrandeciendo la poesía. Esta clase de concursos dan prestigio seguro. Y todo depende de la casa u organización que lo convoque. Este Premio ha dado la mayor felicidad del mundo. Doy gracias a los organizadores y a Demetrio Pérez Jr. a quien sólo hasta hoy conocí”, concluyó.
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