(Por
motivo del Día del Niño)
“Eres el futuro de nuestro país, nos repiten
las persona mayores. Ponen la confianza en nosotros. Gracias
por inculcarnos el deseo de seguir por
el sendero del cambio para hacer de nuestra patria un lugar mejor. No tenemos
la varita mágica para renovar, de la noche a la mañana, el sistema
decadente de nuestra patria gobernada
por ricos que lo único que quieren es seguir siendo
millonarios, sin embargo, podremos ser la oposición para frenar el declive nacional. Hoy les toca
a los adultos enfrentar a los que atropellan los intereses de la sociedad, en
el futuro, nos corresponderá a nosotros lidiar con los malos hijos de la
patria. Está bien; creceremos y daremos
lo mejor para no repetirles a nuestros retoños que son esperanza del mañana.
Seguramente uno de nosotros llegará a ocupar un puesto importante y como
servidor público contribuirá pensado en el progreso, a pesar de no quedar bien
con todos…
Mientras unos siguen en la tenaz empresa de
encontrar vida en otro planeta, en otro lugar, bombardean sin importarles matar
de la forma más espantosa a la gente, aunque expongan toda clase de
escusas y pretextos no hay justificación
para truncar la vida de los infantes inocentes. Los niños caminan
descalzos no por falta de zapatos sino por la indiferencia de las personas y
naciones que únicamente piensan en amasar fortuna para morir prisioneros en un
ideal incomprendido. Parejas que debido a sus circunstancias deciden tener uno
o dos hijos y otros que prefieren una familia extensa no cuajan en sus ideas;
para unos, la decisión de los otros es una equivocación. Mientras muchos patojos que no tienen padres, deambulan a su suerte
por la cobardía paternal, otros se lamentan tener progenitores únicamente porque
no acceden a sus caprichos. Algunos que tienen a sus progenitores vivos los
tienen abandonados en asilos por falta de tiempo, y otros, deseando regresar
los días para emendar errores: a pesar
de todo un día al año nos hacen una fiesta en nuestro honor…
Los políticos (con buenas o regulares
intenciones) con tal de ganar votos nos
besan, nos abrazan y nos “regalan” pelotas de plásticos y otros juguetes
(aplaudo esas muestras de cariño), no obstante queremos que trabajen en pro de
la educación, la salud, la infraestructura, la seguridad… También se necesita apoyo a la cultura y las
bellas artes que no son más ni menos importantes que los deportes. Muchas veces el pueblo pide mucho y no quiere
aportar nada. No obstante por tanta delincuencia, corrupción y abuso de poder
la gente se cansa y pierde la fe en un porvenir diferente y en los gobernantes
que dejan mucho que desear, y al vernos, nos repiten con nostalgias: ‘Los niños
son el futuro del mañana’. Y tienen razón, uno de nosotros se destacará en
algún ámbito y demostrará que no todos
los seres humanos somos iguales como algunos buenos funcionarios públicos. Por
el momento recibamos todo lo que nos den porque es comprado con el pisto del
pueblo, de nosotros mismos, ¿o son donaciones de instituciones y personas
altruistas?…
Por lo pronto: me esforzaré en estudiar y ver
televisión; hacer mis tareas escolares y jugar fútbol. Todavía no debo
preocuparme como un adulto porque mi niñez se irá pronto y cuando decida
disfrutarla, será demasiado tarde; me veré en esa rutina que a los mayores
les roba el tiempo y seré amargado como
algunos. Espero no serlo. ¿O seré otro ciudadano lucrándome con el dinero del
Estado? Quizás en este sendero de la vida me enferme y cuando me lleven a un hospital muera por falta de atención o
de medicamentos debido a tantos desfalcos y malversación de fondos. Tal vez por
esta fuerte inseguridad, una bala perdida me cegué la vida y no logre mi
propósito de cambiar a mi pueblo. O seré
uno más que abandonará la escuela por
tener que enfrentar la vida desde las trincheras de la chamba. ¡No perderé la
fe, a pesar de vislumbrar el horizonte electoral plagado de irregularidades y
con pocos candidatos dignos de representarnos: unos han recurrido a partidos
que en el pasado fueron sus opositores, otros, cambian inteligentemente de
color para posicionarse en ventaja, sin embargo los votantes tendrán la última
palabra. No quiero pensar otra cosa sino que lo hacen para el bien de nosotros:
los niños”.
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